Es aquella empresa solidaria que ha realizado de buena fe esfuerzos para cumplir con las exigencias y requisitos de la ley bajo la que intenta organizarse, incumpliendo inadvertidamente algunos de ellos y que, también de buen fe, ha hecho uso de las facultades y poderes como tal; la empresa solidaria que en ausencia de registro, ejerce de hecho la actividad social.