Convulsiones que ocurren durante un episodio febril. Es un evento común, que afecta entre el 2-5 por ciento de los niños entre 3 meses y 5 años. En algunas familias se ha identificado un patrón de herencia autosómico dominante. La mayoría son convulsiones febriles simples (generalmente definidas como convulsión única de comienzo generalizado con una duración de menos de 30 minutos). Las convulsiones febriles complejas se caracterizan por tener un comienzo focal, tienen una duración mayor de 30 minutos, y/o más de una convulsión en un período de 24 horas. La probabilidad de desarrollar epilepsia (es decir, un trastorno epiléptico no febril) es baja luego de una convulsión febril simple. Las convulsiones febriles complejas se asocian con una incidencia moderadamente creciente de epilepsia.