Una técnica de réplica en que las células se congelan a una temperatura muy baja y se rebanan con una cuchilla para exponer las superficies interiores de las células o de las membranas celulares. Las superficies celulares rebanadas entonces se liofilizan para exponer sus constituyentes. Las superficies están listas ahora para ser sombreadas y observadas empleando un microscopio electrónico. Este método difiere del de fractura por congelación en que no se emplea ningún crioprotector y, por tanto, permite la sublimación del agua durante el proceso de liofilización para el grabado de las superficies.