Anestesia por inhalación, donde los gases exhalados por el paciente vuelven a respirarse ya que parte del dióxido de carbono es eliminado y simultáneamente se añade gas anestésico y oxígeno de manera que no escapa anestésico a la habitación. La anestesia de circuito cerrado se usa especialmente con anestésicos explosivos para evitar fuegos donde es posible la producción de chispas eléctricas en instrumentos.