Una técnica en la que impulsos eléctricos de intensidad en kilovoltios por centímetro y de una duración de microsegundo a milisegundo, causa una pérdida temporal de la semipermeabilidad de las membranas celulares, conduciendo así a la dispersión iónica, escape de metabolitos y una mayor admisión por parte de las células de los fármacos, sondas moleculares, y ADN. Algunas aplicaciones de la electroporación son la introducción de plásmidos o ADN extraño a células vivas para transfección, fusión de células para preparar hibridomas, e inserción de proteínas en las membranas celulares.