Comités institucionales creados para proteger el bienestar de los animales usados en investigación y educación. La guía de los NIH de 1971 para el cuidado y uso de animales de laboratorio introdujo la política de que las instituciones que utilizan animales de sangre caliente en proyectos financiados con asignaciones de los NIH deben ser acreditadas por un organismo de acreditación de animales de laboratorio profesional reconocido o deben crear su propio comité para evaluar la protección de los animales; el Servicio de Salud Pública aprobó en 1979 una política que exigía dichos comités; y las enmiendas de 1985 a la Ley de Bienestar Animal ordenan la revisión y aprobación de las investigaciones con animales realizadas con aportaciones federales por un Comité Institucional para el Cuidado y Uso de los Animales designado formalmente.