Venenos producidos por ranas, sapos, salamandras, etc. Las glándulas venenosas se encuentran usualmente en la piel de la espalda y contiene glicósidos cardiotóxicos, colinolíticos, y un número de otros materiales bioactivos, muchos de los cuales han sido caracterizados. Los venenos se han utilizado como flechas venenosas e incluyen la bufogenina, bufotoxina, bufagina, bufotalina, histrionicotoxinas, y pumiliotoxina.