Compuesto artifical antiguamente usado en el control de las termitas y otros insectos. Aunque la producción del heptacloro fue gradualmente eliminada en los Estados Unidos a finales de la década de 1980, permanece en los suelos y lugares con desechos peligrosos. Es claramente tóxico para animales y humanos pero la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, en inglés) ha determinado que el heptacloro no es clasificable por su carcinogenicidad para los humanos (Adaptación del original: ATSDR Public Heath Statement, April 1989).